Mi cachorrito especial

Hace ya tiempo que debería haber escrito esta entrada. Creo que es la que más me está costando desde que empecé con el blog. Cada día me digo a mí misma "Mañana la publico", pero ese "mañana" nunca llega. 

Llevo unos 2 meses sin publicar nada, lo primero es pediros disculpas y lo segundo: una explicación. 

Voy directa al grano, no me quiero andar por las ramas: a nuestro pequeño cachorrito le han diagnosticado TEA (Trastorno del Espectro Autista). Un diagnóstico abierto, ya que es muy pequeño, y según nos dijeron, no lo cierran hasta los 4 o 5 años.

Según los profesionales a los que hemos acudido hasta ahora, es un diagnóstico "muy positivo", un TEA de Alto Funcionamiento, Asperger. Y digo "según ellos", porque a mí me sigue retumbando en la cabeza la palabra "Autismo" en boca de aquella Doctora la primera vez que nos lo dijeron en aquella consulta oscura (o por lo menos así me pareció a mí, oscurísima). Por un momento me ahogaba, me sentí pequeña, ínfima y sólo quería huir de allí, pero mis piernas no seguían órdenes.

En un primer momento, esa palabra: "AU-TIS-MO", te hunde, te lleva a la más profunda pena. Imaginaba aquella película de los años 90, no recuerdo ahora mismo el título, en el que el pequeño protagonista tenía autismo, y sólo se el veía dar vueltas sobre sí mismo, sin hablar, con la mirada perdida, sentado en cuclillas en su habitación en penumbras. 

Y así me he sentido estos primeros meses, en penumbras, sin saber hacia dónde tirar, a quién preguntar, me ahogaba y nadie podía ayudarme.

Las que tenéis hijos me entenderéis, y las que no, podéis imaginarlo. Me dijeron que mi hijo tiene una enfermedad incurable, que su futuro a largo plazo dependería de la evolución de estos 2 o 3 primeros años. 

Ahí empezó la aventura. 

Ya hemos cambiado de "escoleta" y hemos pasado a una pública, para así poder tener acceso a las terapias que mi pequeño necesita de Atención Temprana (logopedia, PT, fisio, etc.) 

Vamos regularmente a Salud Mental (un nombre horrible para tener tan buenos profesionales detrás), donde evalúan al cachorrito, y cada poco tiempo nos van dando nuevas pautas para hacer en casa.

Porque mi pequeñajo es muy muy inteligente, y va asimilando muy bien todo el trabajo que hacemos familia y terapeutas con él. Por eso, cada poco tiempo, tienen que cambiar y darnos pautas nuevas para superar. 

Yo sólo quiero estar al lado de mi cachorro. Me duele separarme de él cada mañana para que vaya a la guardería, y espero con ansias la hora de ir a recogerlo.

Tengo insomnio, mi cabeza no para de dar vueltas. Hace unos meses no tenía ni idea de qué carajo era Asperger. Hoy me he convertido en "casi experta". 

He pasado noches devorando libros, algunos muy interesantes y otros con teorías absurdas. 

He pasado noches buscando explicación y rastreando cualquier "posibilidad de cura". He encontrado de todo, pero nada lo suficientemente fiable.

Entre ellos, una "asociación" en Barcelona, que aseguran haber curado decenas de casos de "Autismo severo". Una noche de insomnio y desesperación contacté con ellos. A la mañana siguiente contestaron muy amablemente a mi mail. Me indicaron cómo lo hacían. Básicamente eran cambios de alimentación en el pequeño y algunas visitas online a través de Skype. 

Sería todo muy fácil, me lo pintaron muy muy fácil, casi lloré de emoción pensando que podrían ayudar a mi hijo. La chica continuó y al final lloré de verdad. Siguió su bien aprendido discurso diciendo "Únicamente serían 3 pagos de 3.000 euros cada uno, ¿Qué supone eso en comparación con tener un hijo sano?"... CON DOS COJONES (como dice mi amiga Inma)

Ahí abrí los ojos y ahí me derrumbé. Todo era una estafa, y estuve preguntando y casi pico. Los vídeos de su web con las familias y los niños eran tan reales! que estuve a punto de caer.

Simplemente colgué, lloré y me centré. 

Hasta ese momento estuve buscando explicación, estuve buscando motivo, estuve martirizándome imaginando el futuro de mi niño. Ahora lo he entendido o creo haberlo hecho. Sigo leyendo mucho sobre el tema, me interesa estar informada y saber cómo tratar, qué pautas seguir, etc. Pero no me martirizo. Mi pequeño y yo, ahora vamos pasito a pasito, sin prisas, sin pensar en un futuro demasiado lejano, porque tenemos que concentrar nuestras fuerzas en el presente, y así ir alcanzando metas cercanas cada día.

Ahora ya sabéis porqué voy a editar menos entradas, porqué tengo menos actividad en las redes sociales... Y es que me dedico en cuerpo y alma al pequeño, a seguir avanzando con juegos, canciones y actividades varias. Sólo os pido un poquito de paciencia.

Gracias por estar ahí.