A menudo vemos excesos en estas fechas, excesos de comida, excesos de "cariño" de personas que el resto del año ni te saluda, exceso de luces, exceso de villancicos, exceso de gente en las tiendas, etc.
A mi hijo le afecta el exceso de gente y la cantidad de ruidos y luces que invaden las calles. Pero me da más miedo todavía que le afecten otras cosas por error nuestro. Por ejemplo el exceso de regalos. Demasiados juguetes suele hacer que un niño no valore lo que se le ofrece, suele provocar actitud de capricho, egoísmo, aburrimiento, anula su fantasía y la ilusión que se debería tener por la llegada del famoso Papá Noel.